Sobre mí

Nací en Misiones, Argentina; viví durante mi infancia en un pequeño poblado caracterizado por una amplia diversidad sociocultural y una rica biodiversidad natural.

    Realicé una licenciatura en trabajo social y estudios de postgrado en niñez, adolescencia, derechos humanos y políticas públicas. Participé en equipos de investigación sobre género y la situación de la infancia en la región durante más de diez años; me desempeñé como responsable de redacción de materiales didácticos en diversos programas sociales sobre la niñez; y como docente de talleres sobre protección integral de los derechos de la infancia y la adolescencia.  Fui becaria en un programa nacional de formación en salud social y comunitaria orientado a las poblaciones originarias. La experiencia significó un punto de inflexión en mis actividades. A raíz de una intensa insatisfacción vinculada a los ambientes institucionales en Argentina, decidí hacer un alto en aquello para lo que me había preparado.

      Viví algunos años fuera de la Argentina, conocer otras realidades socioculturales para mi fue muy bueno. Me gusta el arte en su variedad de formas; incursioné en la fotografía, en particular en la fotografía documental de la naturaleza, y su cuidado. Paralelamente a mis actividades realicé viajes y retiros de meditación y autoconocimiento (por mas de quince años) y un instructorado en yoga integral a mi regreso a la Argentina.

      Con relación a mi regreso, no fueron tiempos fáciles, acababa de terminar un retiro intenso y me sentía muy movilizada. Regresar a mis actividades usuales se presentaba lleno de obstáculos internos y externos, vivía miedos abrumantes.

      Por un tiempo realicé actividades vinculadas a la fotografía, y participé como voluntaria en grupos de teatro, con abordaje en cuestiones de género y la visibilización de temáticas ambientales y socioculturales. Fueron experiencias hondamente enriquecedoras.

      En esta instancia, realizando diversas actividades en mi entorno, me valía de herramientas para gestionar mis emociones. A su vez, observaba y escuchaba de quienes me rodeaban sobre la dificultad para lidiar con las mismas. Una de mis actividades en mis trabajos anteriores, consistía en integrar y estructurar información compleja, y presentarla de manera que resultara fácil y comprensible; en cierto momento, realmente me escuché y me dispuse a hacer lo que sentía, retomé así la escritura.

        De pronto me encontré investigando y sumergida en una actividad que me apasiona, involucrando no solo mi intelecto, sino las emociones, el cuerpo y el aspecto espiritual, comencé un nuevo proceso transformador, junto a mis prácticas de introspección y movimiento. Me propuse compartir recursos comprensibles, fáciles y efectivos para gestionar las emociones. Cobra forma mi primer libro “Un nuevo vínculo con las emociones”, el cual aborda la temática desde una mirada sociocultural y mi propia experiencia, y la relevancia de las prácticas introspectivas en este proceso.

        La obra, para mi sorpresa, fue elegida para representar a Misiones en la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en el año 2019, junto a otras obras locales. En esta instancia, al escuchar mi presentación, una autora de cuentos para niños, me propone realizar en forma conjunta cuentos para que los niños y las niñas aprendan a gestionar sus emociones.  Si bien, no era alguien preparada en la temática, sí lo era en lo que se refiere al campo de la escritura creativa para niños.

        Acepté la propuesta y se convirtió en un viaje de escritura (en plena pandemia) de mucho  aprendizaje y disfrute, que dio lugar a “Cuentos para aprender a ser amigos de las emociones”. Algunos relatos sobre la gestión de las emociones, en particular sobre el enojo, procedían de las experiencias de los mismos niños que participaban en talleres, encuentros, realizados desde la comunidad, a los que accedía incluso tras horas de viajar en colectivo.

          Observar, a partir de diversas instancias de prácticas introspectivas y talleres, a los adultos y jóvenes, a los niños, niñas y adolescentes, estar consigo mismos, sintiéndose, encontrándose dentro, es sumamente emotivo y conmovedor. Me enriquece e inspira transitar y compartir sobre un significado más profundo de la vida, de manera que vivamos desde nuestros potenciales, la conciencia desde nosotros mismos.

          A partir del ejercicio de la docencia en las cátedras de sociología e investigación social y educativa,  continué explorando sobre las pausas activas y la atención consciente con los estudiantes. Estos recursos los venia desarrollando en los talleres, y los fui adecuando para el campo educativo de los diferentes niveles de enseñanza.

          En lo personal continúo integrando y desarrollando las habilidades socioemocionales en lo cotidiano, y me valgo de los amplios beneficios de las prácticas introspectivas, en particular, de la meditación en forma individual y grupal. Me siento comprometida con cultivar la conciencia en mí, aprecio cada paso que me conduce a ser más quien soy auténticamente.

          Siento que el desafío actual de nuestro tiempo es potenciar la conciencia en los diferentes ámbitos en los que nos desenvolvemos, relacionales, familiares, laborales, institucionales, etc.; “normalizar” lo humano, lo ético, entornos coherentes, no enajenantes, que apoyen la diversidad, la conciencia;  es lo esperable.

          Es probable que cuanto más asumamos la responsabilidad de autoconocernos, de poner la atención en desarrollar y valorar nuestro ser mas profundo, estaremos contribuyendo a una red de transformación, de bienestar, de creatividad, de innovación, desde una base y un sentido mas elevado en nosotros.

           

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